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Te… popote

Por Alvargonzález; 9 de octubre del 2003

Creía que eran lo mismo, pero ya he salido del error luego de consultar a quien fuera director del Instituto de Botánica de la U de G tan amateur como conocedor; ¿leíste lo que escribí sobre el Dr. Estrada Faudón? Así, sin recurrir a más herramienta que a su memoria, me explicó las diferencias entre la ‘vacharis multiflora ramulosa’ y la ‘mullembergia gramínea’. Por la imagen podrás advertir una parte del chirriante asunto que hoy abordaremos… pero luego de un rodeo –me gusta eso– desconcertante.

La ciudad, lo sabes, nació a horcajadas entre dos eras: declinaba a alta velocidad la Edad Media, y surgía con modorra de amanecer el Renacimiento. Indudablemente sobre la presunta ‘modernidad’, mucho más antes que ahora, se sentía la inercia del tiempo previo. ¿Cómo no detenerla en el siglo 16 y luego de tantos siglos medievales? Así, el modelo ideal de ciudad del medioevo era la ciudad amurallada; fortaleza con puertas de acceso y control. No es que Guadalajara, hija de esa transición, hubiera estado protegida por alguna muralla perimetral; no, pero sí tuvo puertas de control para verificar la salida y entrada de mercaderías y paisanos. Garitas, y dicho así con ese término francófono y derivado de ‘gare’. Cuatro de ellas y hacia los respectivos puntos cardinales.

Hacia el oriente, la infortunada de ‘San Pedro’–infortunada porque a pesar de ser la más espléndida fue demolida por la incuria cincuental–, y que era la puerta a y desde ese otro país llamado México, el de la Mesa Central. Hacia el poniente, la de ‘Leal’, en terrenos de la hacienda del mismo nombre; al norte de cara hacia la tierra de los zacatecas y al océano de nopal del semidesierto, la de ‘Piedras Negras’. Y hacia el viento del sur –Camino Real de Colima–, la garita del ‘Tepopote’. Raro nombre ¿no te parece?

Largo rodeo para aterrizar en mi confusión botánica enunciada arriba con foto y letras. De hecho la imagen muestra un equipamiento de tanques de guerra perdida contra la basura, armados con esas escobas tan de aquí: de popotes, o sea de la tal ‘mullembergia gramínea’ (de vuelta te comunico que de acuerdo a la ‘modernidad’ la ciudad actual debería dotar de un barrendero a cada ciudadano cuya función es ir tirando basura a su paso…). Escobones que con su seseante voz despertaban a la ciudad cuando tenía dimensión humana. Pero ¿lo del Tepopote? La ‘vacaris etc.’, es un arbusto muy diferente al zacatón de los popotes y con el que se fabrican otro tipo de escobas. Como quiera que se llamen en su clasificación botánica, el Valle de Atemajac era zona de popotales y tepopotales. Te digo, algo se aprende hablando con los que saben, como el Dr. Estrada Faudón amante de saber botánica y de lo verde que era nuestro valle.

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