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Águilas y Manila

Trivias tapatías por Alvargonzález

Cuando en 1957 se inauguró la carretera hacia el sur del Estado, la ocasión también fue aprovechada para ponerle un portón a la ciudad. Tan simbólico como hipotético. Las optimistas previsiones de época hacían suponer que en su crecimiento Guadalajara no traspondría aquel rancho lejano y sureño llamado ‘La Calma’ y el sitio pareció ideal para poner allí dos aquilones monumentales en tono de grandeza nacional. Pero las águilas de cantera también servirían para rendir homenaje a unos individuos precursores de la mexicanidad y de talla excepcional que en el siglo XVI realizaron una hazaña desafiante de lo imposible. La vía hacia la costa fue bautizada como “Camino a Manila” y por el hecho olvidado republicanamente de que por allí obedeciendo instrucciones reales -del Rey-, debieron haber pasado hacia la Barra de la Navidad aquel fraile navegante Andrés de Urdaneta y Miguel López de Legaspi para iniciar la colonización de las Filipinas y para aventurarse en la llamada ‘Tornavuelta’. Luego de construir sus navíos en la barra, se embarcaron de cara al sol poniente para llegar -paradójicamente- al ‘lejano oriente’ europeo. Luego de fundada la villa de San Miguel de Manila lograron, gracias a la intuición científica de Urdaneta, volver a las costas jaliscienses aprovechando la corriente de Malarrimo, pues los vientos predominantes en el Pacífico hacían imposible el retorno con los velámenes de los barcos.

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1 comentario en «Águilas y Manila»

  1. Como dijo Alvar «nuestro país cuenta con 2 millones de kms de litoral y hemos dejado de ver hacia el mar», basta ver bahía de cochinos.

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