Por Alvargonzález; 2 de septiembre del 2002
Estaba en su cúspide el sexenio del Jefe Cejas (así le llamaban en el ámbito familiar), y el arqueólogo comisionado al respecto dio con ella; con los restos de la figura del sexenio y con la cual un par de ingeniosos genealogistas habían incluso emparentado a la familia cuando todavía estaba íntegro su apellido. ¿Integro? ‘Quesque’ una maestra, que todo enseñaba en el cine, quiere dejarlos en puro López y sin Portillo (no ‘cacté’).
La República tenía pintorescos toques de empresa familiar y una hermana ‘delenturno’ experta en instalaciones -había dirigido aquí la CFE- ya estaba mejor instalada en la Mesa Central. Ella fue a quien correspondió el discurso en la ceremonia oficial de presentación de los restos de la supuesta pariente remota en el Ex-Convento de Vizcaínas y con toda soltura dijo: “Si Sor Juana viviera estaría feliz de saber que hemos encontrado sus restos…” Maravillosa expresión paradojal y por decir lo menos en forma suave ¿no te parece? En todo caso el regocijo del reencuentro familiar puede ser trastornante y originar frases difíciles de entender por profundas. Pero hablar de profundidad escultórica es otro asunto y a ello vamos
Utilicemos la frase de la ex-funcionaria porque resulta útil: ¿qué diría Sor Juana si contemplara su estatua? ¿Haría una poesía o se pondría a aullar? Sí, la esculpidura que está allí en la Glorieta Chapalita ¿la has visto? Te advierto que si no me hubiera enterado del nombre oficial ‘eso’ hubiera sido un reto a mi imaginación. Mírala con detenimiento y dime como para qué te gusta pues se aceptan sugerencias y no aplican restricciones…
Tengo la sensación de que el siglo de las luces atómicas, el pasado, tuvo entre sus des-aciertos haber decretado la fealdad como arte. De pronto los seres nivelados por la media intelectual, ya no tuvimos más derecho a opinar sobre la belleza artística debido a que los críticos supuestamente calificados dogmatizan lo que es bello y lo que no; y tú y yo -supongo pertenecemos al mismo rango comunal de pensamiento-, nos tenemos que tragar los albondigones de su veredicto. ¿No te ha tocado ver cuadros u objetos ‘geniales’ pero que no despiertan más emoción aparte del repeluz o la repulsa? Pero cuidado con opinar a contracorriente de la crítica (¿Tibol?) supresora del juicio personal y de la apreciación colectiva.
Ni modo, allí está y si Sor Juana se viera tan sor rorosa ¡tampoco la dejarían opinar!
De lejos parece pariente de Tutankamón. Desconozco más de lo que creo, como esto de la crítica tibol. Pero de que los hay los hay, en unos segundos que vi tv,vi más churros inaugurados por Ebrard, con mucha pompa.
No tienen otra cosa mejor que exhibir o en qué gastar.