Saltar al contenido

La Ciudadela

Por Alvargonzález; 19 de febrero del 2003

Siempre me ha intrigado el quebradizo nombre de una calle con cierta relevancia urbana: Vidrio. ¿Soplado, flotado, o el de los envases desechables que por doquiera se rompen y están inundando más la ciudad? ¿No te suena raro el nombre de Vidrio para una calle?

Tengo mis fundadas sospechas que fueron Manuel, Alfonso y Joaquín, todos ellos de apellido Vidrio y vinculados con la casa (ahora escuela) que aparece en la foto, quienes se las ingeniaron para convertirse en nombre de calle en las primeras décadas del siglo anterior tan pintoresco y tan pintorescamente (¿será?) plagado de revoluciones y de revolucionarios. Los hermanos Vidrio eran romistas acendrados. ¿Romistas?

La Alianza de Partidos Socialistas de Occidente -bello y poético nombre-, convirtió en su sede el caserón colonial. Lugar bastante amplio para instalar sus oficinas y además calabozos para encerrar a disidentes; alianza partidista emanada de las muchas revoluciones que fue la Revolución y apoyada por la C.R.O.M. del inefable Luis Napoleón Morones y por el Partido Laborista Mexicano. Es decir la Alianza de Partidos Socialistas (¿cuántos habría?) tenía el apoyo de Don Plutarco, el gran ‘decididor’ nacional, y estaba al frente de ella el atildado y pulcro Alfredo Romo con su pistolón distintivo que resalta voluptuoso en su cuadril -¿lo ves?- que además de diputado revolucionario era cabeza ¡de los romistas! Estamos hablando del glorioso año electoral del 26.

Conocida como La Ciudadela, la casa era el epicentro de la lucha ‘democrática’ contra el grupo de José María Cuellar que presidía al grupo conocido como (acertaste) ¡los cuellaristas! y que pretendía exactamente lo mismo que los romistas: el poder. Fue famoso aquel auto amarillo que pardeando la tarde salía de La Ciudadela de Vidrio para hacer propaganda política al estilo romántico de la época: a balazos. Desde el auto conducido por el Prof. Meza, que luego sería diputado, se hicieron los disparos que mataron al sindicalista Domingo Cuenca, también revolucionario pero opositor a Romo. El cuellarismo, percibirás, carecía de suficiente apalancamiento en la mesa central, esa donde siempre se han servido los mejores banquetes políticos democrática y revolucionariamente hablando…

Lo de la supuesta Ciudadela -nombre copiado del edificio cuartelario colonial fundamental en la llamada ‘Decena Trágica’- viene a cuento por el clima electoral contemporáneo. Los de la Alianza de Partidos Socialistas (Romo) y los de la Confederación de Partidos Revolucionarios de Jalisco (Cuellar) en las elecciones de noviembre del 26, más que contar partidos o papeletas se pusieron a contar muertos y heridos de cada bando. Bellas tradiciones democráticas enmarcadas por esa casa-escuela en la calle que aún se llama Vidrio.

————————————————————————————————————

Te recordamos que si tienes escritos interesantes para compartir con gente pensante, aquí tienes un espacio, aprovéchalo como lo hace Gustavo Granero con sus ‘366 Historias’.

Comparte si te ha gustado

2 comentarios en «La Ciudadela»

  1. yo estudie en esa escuela la primaria y se llamaba en el turno matutino laura apodaca siento emocion,entusiasmo por enterarme de lo que fue esa casa aunque tuve una vaga curiosidad por saber que habia sido antes esa casa.

  2. Excelente Maestro!! Donde quiera que te encuentres te mando un abrazo, nunca dejo de aprender y aprehender el conocimiento… Nuevamente, gracias… Al Maestro con Cariño!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.