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Maestros y profesores

Por Alvargonzález

¿Conoces la diferencia entre un maestro y un profesor? El profesor te repite y trata de enseñarte lo que él aprendió. El maestro te guía y hace nacer en ti el amor a la lectura, a la investigación y al aprendizaje.

Dijo mi maestro Gregorio Marañón: “Resulta que el peligro más grave de muchos de los que pasan por buenos profesores, es gravar definitivamente las nociones en la mente de los discípulos enseñándoles a machacamartillo las cosas e inutilizándoles para la egregia capacidad de dudar y renovarse. Estos son en apariencia grandes maestros. Crean unos discípulos orondos en datos pero ineficaces para la creación; exactamente comparables a los eunucos”.

El profesor te aterroriza con el examen; “te voy a reprobar” (volver a probar). El maestro te dice: “Mira, la vida cotidiana es un examen diario que hay que pasar con solvencia, y el conocimiento es un horizonte infinito e ilimitado. El hambre de saber no la matas nunca porque entre más sabes, más descubres que menos, menos sabes. No es posible acabarla nunca. Si quieres nunca estudies, nunca estudies pero aprende, aprende mucho”.

Lo malo de los profesores que se hacen pasar como maestros es que nos obligaron a estudiar para aprender de memoria algunas cosas y poder obtener un título o un diploma, y no nos permitieron conocer el placer de la investigación y del aprendizaje.

Para terminar, un cuentito árabe. Sucede que…

Abdullah Ben Yaya, mostraba a un visitante uno de sus escritos, y el visitante le hizo notar que tal palabra estaba mal escrita. Inmediatamente Abdullah corrigió la palabra escribiéndola como se lo indicó su conocido, que cuando se fue los alumnos de Abdullah le preguntaron: “¿Porqué hiciste eso, si la palabra estaba correctamente escrita y puesta? ¿Porqué sabiendo que su ‘corrección’ era incorrecta, escribiste mal la palabra siendo que estaba bien en su forma original?”. Abdullah contestó: “Fue una muestra de sociabilidad, pues él creyó que me estaba ayudando y pensó que la expresión de su ignorancia era una indicación de conocimiento; por ello apliqué el comportamiento de la cultura y la cortesía, y no el comportamiento de la verdad porque cuando la gente busca cortesía e intercambio social, ¡no puede soportar la verdad! Si entre nosotros hubiera existido la relación maestro-estudiante, las cosas hubieran sido distintas… Solamente los tontos y los pedantes creen que su deber es instruir a todos, cuando el motivo principal de los que participamos en una conversación, no es en general buscar instrucción o encontrar la verdad, sino atraer sobre nosotros la atención de los demás”.

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6 comentarios en «Maestros y profesores»

  1. Reprobar. Sí, esa es la cuestión: en el mundial no hay re-probación. Nomás hay una. Álvaro, ¿Qué habrías dicho de la actuación de hoy de los guerreros del patabola nacional? Sí, ya sé que no estás (que no está), pero, cuando quiero una respuesta racional acerca de algo irracional, no tengo con quien más acudir.

  2. Muy importante tema con un excelente cuento árabe afín al refrán “Cuando el alumno está preparado aparece el Maestro”. Las diferentes actitudes de los alumnos un mismo comunicador como Alvar puede ser a la vez un Maestro y para otros un profesor aunque le llamen maestro.
    El alumno preparado es el que es consciente de que venimos a este mundo a aprender y de varias fuentes como de nuestra propia experiencia, la experiencia de los demás, de nuestros amigos, de nuestros enemigos, de la naturaleza, etc. Y hay que tener capacidad de admiración y asombro de la naturaleza, y esto da por resultado a los científicos, a la gente creativa como los artistas, ingenieros, filósofos, etc.

  3. Marco Antonio Guillén Chávez

    No, p’os sí. ‘toy de acuerdo con el “maistro” Don Alvar y el del cuentito árabe. Ni más qué decir de lo que ya dijeron ellos al decirlo cuando lo dijeron; ¡Cómo me gustaría haber sido “maistro” del ejemplo de a “devis”, nomás que p’os sólo me alcanzó el dinero p’al pasaje hasta la Normal y ya de “ai” en delante p’os me quedé nomás de profesor. Pero qué le hace ya saqué lo del pasaje y to’vía me sobró pa’ unos lonches y mis “pecsis”. “Gur bay”.

  4. El quehacer sesual va más allá de las verdades que ca quien tiene, pues las neuronas tienen su energía en más de una dirección, culminando en la voluntad, siendo la buena voluntad de mi amigo-maestro Alvar el intento de seguir aquí en nuestra conversa venciendo a la ley natural de la vida.
    Con esta conversa nutritiva: aprendo, aprendo mucho, como si fuera ésta mi canción del día.
    ¡Salud, por mi amigo-maestro Alvar!.

  5. José N. de la Peña Ez.

    Excelente y más que oportuno el comentario. Me llama la atención que don Alvar apesar de ser para algunos profesor y para otros maestro, ya sea en persona ó en frecuencia radial (enviándo radiaciones de enseñanza y que traspasára buscándo que alguién se interesára) mantúvo la actitud de aprendíz de todo. Era uno de sus ocho oficios. Detallazo el envío de este comentAlbar. Gracias. Ya entendí la diferencia? Bueno mientras no haya exámen, sí.

    1. Hoy es tú día mi querido recordado maestro-amigo Álvar y “la verdad” no peca pero incomoda saberla, que como dice Ascensión Tapia Ávila, no más contigo se podía dialogar así “de tú a tú”.
      El caso es que ese cuento tan viejito que no lo incluyó Sherezada, me ha abierto tantas puertas, como las que he aprendido. El maestro Paulo Freire de Brasil dijo que EL MAESTRO TAMBIÉN APRENDE DEL ALUMNO Y ALUMNA.
      Sea por este día el más grande recuerdo a mis maestras y maestros de mi vida, pues de las y los que bien se aprende, jamás se olvidan.

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