Por Alvargonzález; 3 de diciembre del 2003
Como la ruta de peaje, la corta ahora no funciona, aprovecho para llevarte a donde vamos, rodeando. Empiezo enunciando una tesis de mi autor favorito -‘Yomismo’- y que solo es rebatible por quienes no ven las cosas como ‘Yomismo’. Sucede que las ciudades de ‘tierradentro’, adoptan o expropian playas para su uso particular, a fin de cumplir con ese mandamiento social del “irás al mar por lo menos una vez al año…”. Así, Guadalajara en los tiempos en que no tenía salida sino por tren, se iba a ver la entonces existente Ola Verde a Cuyutlán; luego, ya con carreteras, la ciudad expropió temporalmente a San Blas con todo y sus jejenes picantes, para su remojón marítimo anual. Posteriormente con la ruta por Trompapendécuaro o Jiquilpan, el abordaje marino se dio hacia El Manzanillo, entonces pequeño puerto, y más tirando hacia Santiago donde -según ‘lenguasueltas’-, una muy amiga de hombre muy máximo abrió el Hotel Anita. El descubrimiento de Vallarta durante la noche de la iguana realizado por los ‘Pilgrims’ de ‘jolivúd’, sería muy posterior. Por cierto ¿dónde conociste tú, la mar? ¿A dónde te llevaron por primera vez a jugar arenita?
Por tren -todavía la Rev. no acababa con los trenes-, fuimos familiarmente a dar a Manzanillo; a ese puerto con nombre de fruta terriblemente venenosa (¿conoces los ‘manzanillos’?) donde por primera vez vi la ‘muchagua’ del océano. Si bien posteriormente fuimos a San Blas -¡horror ver en la playa a un ahogado rebosante!-, el puerto colimote quedó como parte fundamental de mi archivo vacacional de ‘infanciadolescencia’, y es en esa época que empezó a aparecer en mi memoria un lugar llamado ‘La Cuarentena’. Al paso, en el cierre de la Bahía de Santiago, veía esas muchas casas derruidas (mira la foto) y amparadas por tan misterioso nombre. ¿Cuarentena?
Ándate que uno, por lo general, crece. Pasaron los años y andando por los esteros próximos, me encontré con un correoso costeño, quien me contó que de joven había trabajado “quemando muertos en La Cuarentena”. ¿Su versión? ‘Quesque’ durante la guerra, cuando los ‘jappies’ eran los malos, en aquella entonces remota parte desembarcaban heridos del frente del Pacífico y que allí eran más mal que bien atendidos -carne de cañón-, y que las bajas eran dadas más de baja incinerándolas… ¿Sería? El caso es que ‘lotrodía’ pasé, me detuve y pregunté en la marisquería junto a las ruinas. ¿La respuesta? “Aquí asustan… y allí -me dijeron señalando a lo alto-, están todavía los hornos… dicen que quemaban chinos que venían enfermos…” ¿Lo real? El ruinaje sí coincide con tiempos de la 2ª. mundial guerra, y seguro muy pronto un megaproyecto playero demolerá todo y con ello su misterio. ¿Quién y para qué construyó el llamado “Puerto de la Cuarentena”? Acuérdate que fuimos muy aliados de los Aliados en la guerra… Pero más que todo acuérdate tú dónde conociste la mar, y que las ciudades de ‘tierradentro’ se apoderan de trozos de playa para ir a tatemarse, remojarse o incluso a ahogarse…