Por Alvargonzález; 13 de agosto del 2003
Hacia el viento norte urbano –te estoy hablando del ‘cincuentaitantos’– la Calzada sirvió como pie de cría para incubar una colonia con el mismo nombre: Independencia. Empezaba a poblarse aquel rumbo con familias dignamente ‘clasemedieras’, y esa lejanía territorial fue elegida para la creación de algo novedoso y que diera cobijo a la gran devoción local por el ‘patabola’; o a la contemplación de un balón pateado profesionalmente a la altura del zacate. La anacrónica cancha Martínez Sandoval cedería la titularidad a un proyecto ¡monumental!
Conjunción de elementos: la Constructora Jalisco, bajo la dirección del Ing. Calderón Robert, pondría el concreto y el Banco de Zamora (espero que me creas que algo tuve que ver en su ‘rebautizaje’ para convertirlo en el extinto Promex), sí, un zamorano banco, se encargaría de la recolección de los denarios necesarios para levantar el tapatío graderío. Allí te muestro la invitación publicitaria a fundadores potenciales. ¿No te llama la atención el precio del certificado? A mí no me parece muy elevado en cualquiera de sus dos versiones: en abonos o al ‘guajolotazo’. Ignoro a qué daría derecho la compra de esos títulos, pero para los devotos del zapatazo balonero, aquello debe haber sonado atractivo: $4,500.00 ¿Accesible?
De pronto, mirando los números y reconociendo que soy hombre de escasísimas letras y poco de lo otro –números–, la nostalgia y el insomnio se me colgaron de la yugular (es mera metáfora, te advierto) y me clavaron de picada en mi deshilvanado archivo para tratar de hacer una equivalencia de costos. Si me equivoco, corrígeme. Vamos pues y por la ruta de la paridad con su trucaje y recovecos.
Durante algunos sexenios el dólar costó 12.50. Pero ándate que a LEA (siglas presidenciales que debes descifrar) le dio por hacer billetes, muchos y feos, y su proyecto de “arriba y adelante” cerró más bien abajo y atrás con una paridad de 15.36. Lo bueno estaba por venir y JLP con su “administración de la abundancia” ‘despitorró’ al peso y al final de su perra faena ya el dólar iba en 87.62. Luego MDLM (debía haber usado minúsculas) logró una paridad de 2,292 x dólar, mejorada por CSG: casi 3,500 x 1 pero reducida a 3.50 con el proceso Aspe-dietético del ‘quitaceros’. EZ hizo la magia del 10 x 1 y ahora navegamos por la cota 10.50 por dólar. O sea en aquella época, con 360 dólares hubieras tenido “…el orgullo de ser fundador…”. Buen precio, nomás que sin el truquito de los ceros eso equivale en la actualidad paritaria a 3’780,000 pesos porque aquel 12.50 significa ‘hoyendía’ ¡10,500 pesos! ¿L’entras a fundar estadios? Yo no, y espero que no sigan goleando a la selección nacional financiera, a balón parado o rodante en el monumental estadio de la macroeconomía. No más goles en contra, ‘please’, en el coloso de ¿independencia?
¡Qué paseo tan terrible me dio Álvar!, quedé bien mareada luego de bajarme de la rueda de la infortuna. Una rápida carrera a lo largo de toda mi vida, y hasta llegué a valorar más al tan famosísimo lugar sede tapatío tradicional donde el pata bola ruge.
Impresionante de valuación que siempre va acompañada de las cadenas del endeudamiento.