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Óseo asunto

Por Alvargonzález; 2 de julio del 2003

Rubén Darío, además de ser nombre de buena calle local, fue poeta y ‘quesque’ de los buenos (de otra forma no sería aquí nombre de calle y tan lejos de su Nicaragua natal). Ahora bien, en eso de la tal poesía los gustos y los disgustos de la mano van, o sea que es como la política y tantas otras profesiones en las que resulta imposible la aceptación universal. Y se me ocurre transitar por la poesía del tal Rubén para darle tono a la antevíspera de un proceso en el cual habrá triunfadores y lo otro. ¿Quién soy yo para sustraerme al rigor de las fechas con mi flotante pincelada a MURAL? Una recomendación: para apreciar la consonancia de un fragmento de la ‘Marcha Triunfal’ de Rubén Darío, mejor si le pones voz alta -la tuya-, y lo haces en escondite donde nadie te pueda considerar que mal andas de la sesera (ni a mí por sugerirte ‘loantesdicho’). Va pues:

“¡Ya viene el cortejo!

¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines…

… Los áureos sonidos

anuncian el ad-venimiento

triunfal de la gloria.

Dejando el picacho que guarda sus nidos,

tendiendo sus alas enormes al viento,

los cóndores bajan. ¡Llegó la victoria!” ¿Cursi? Con todo y eso tiene calle el tal Rubén.

Desde los ‘nidos’ que albergaron sus campañas bajarán los ‘cóndores’ victoriosos con sus cortejos respectivos soplando ‘claros clarines’. Te digo: si por escribir eso a Rubén Darío le dieron calle en esta (¿será?) noble y leal ciudad, tal vez a ti y a mí nos enchapopoten nombre y apellido si modernizamos a Darío y decimos que “ya viene el cortejo/ clamando victoria/ y tendiendo sus alas enormes al viento/ ¡buscando un buen hueso!” Como aquí no hay cóndores, digamos zopilotes, que igual de carroñeros son.

Tú sabes: con todo lo milenaria que es la palabra “democracia”, aquí con aprox. 200 años de vida ‘independiente’ es casi una novedad en nuestra ‘suaveáspera’ patria. Tú sabes: la democracia revolucionaria embarcó a Don Porfirio al exilio, pero en tierra firme se quedaron algunas de las máximas torales porfirianas. ¿No fue acaso Don Porfis el que marcó la pauta revolucionaria con su “¡perro con hueso ni ladra ni muerde!”? ¿Por qué -mira la foto-, sigue oliendo nuestra naciente democracia a reparto de ¡huesos!?

N. B: en el marquetín, lo obvio mata el encanto. Seguro no fue idea de Ralaskaki que un candidato paseara al viento sus promesas para que las venteara su equipo de trabajo ‘et alia’…

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2 comentarios en «Óseo asunto»

  1. ¡Ah qué suerte de perros la de los políticos!, se ladran y muerden entre sí porque todos tienen cola que les pisen. Así ¿a dónde vamos a llegar? La perrera municipal ya no puede remediar el asunto canino. Se necesitan muchos sesos para aplacarlos, aquí nos entrenamos

  2. Será un gran honor participar en la lectura- homenaje a nuestro Maestro Alvargonzalez, que maravilla haberlo conocido, que nutría la sesera y lo sigue haciendo, escucho al hertzio y me da tristeza tanta basura radial, y pensar que hay un gran mercado consumidor de esa chatarra radial.
    Ya está me apunto, estoy a la orden.-

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