Verdi, rojo y verde

Trivias tapatías por Alvargonzález

El llamado ‘cinematógrafo’ al comenzar el siglo 20 cruzó la frontera norte y llegó a la capital; de allí acá, un pequeño y último paso que lo facilitaron los hermanos Alfonso, Carlos y Jorge Sthal. Fue éste último quien trajo un proyector y habilitó un compacto local frente a la puerta posterior de Palacio de Gobierno, por la calle de La Maestranza, y le llamó ‘Cine Verdi’. Los tapatíos, y en 1905, podían atónitos admirar allí ese novedoso invento viendo esas cintas cuya duración era de apenas poco más de cinco minutos. El éxito motivó la apertura de otro local, el ‘Cine Rojo’ por la que ahora es la calle Corona y finalmente por Pedro Moreno, los hermanos fundaron el llamado ‘Cine Verde’. Después empezaron a llegar películas de mayor duración y con cierto argumento -pero aún cine mudo, acaso con pequeños letreros explicativos y un piano animando la función- y más empresarios locales empezaron a apostarle a la novedosa forma de entretenimiento. Fue hasta 1929 que llegó y en inglés ‘The Jazz Singer’ -la primera película con sonido-, que ante un público convocado por invitación estricta fue exhibida en el Cine Lux (en el segundo piso de un edificio en la esquina de Morelos y 16 de Septiembre) propiedad de José Montes y de Carlos Pérez. Los carretes habían empezado a rodar, ya nadie los detendría.

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