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En memoria de Álvaro González de Mendoza, el Vallero Solitario.

Poco antes de la Semana Santa de 1995, en una de esas noches en que no se tiene ganas de nada, aburrido, me tiro en mi cama y enciendo la televisión. Recorro todos los canales sólo para confirmar que siguen llenos de basura, la apago y enciendo la radio. Recorro todo el FM y no encuentro nada de interés, el AM pintaba igual cuando de pronto una agradable voz me atrapa y casi me hipnotiza. Qué extraño; un solo individuo hablando de temas que jamás había escuchado en la radio. Hablaba de la Pascua; decía que era un ritual olvidado que tenía como objetivo recordarnos que somos aves de paso, entes que vamos pasando en el tiempo y transitamos en un peregrinaje, en una romería hacia donde nadie escapa, hacia la zona del silencio. Eso era la Pascua; el ‘paso’ hacia el más allá eterno. Ligó el tema de la Pascua con el gran legado que nos dejó el emperador Constantino y a las nueve de la noche se despide diciendo; “Yo soy Álvaro González de Mendoza, y tú, ¿quién eres? Allá tú, aquí los dos, porque eso es la radio. Allá tú si me dejas entrar en tu inteligencia e imaginación. Allá tú si mañana me prestas tu buen par de orejas. Allá tú si me dejas hablando al aire, al cabo ni me voy a enterar, pero yo sé que tú estás aquí”.

Claro que al día siguiente muy puntual le presté mi par de orejas. Yo, al igual que muchos en este país, tenía hambre de buen radio. Nunca en mi vida había escuchado algo tan original, y me tuteaba, daba la impresión de que hablaba sólo conmigo. Y dejarlo entrar en mi imaginación era hacer un viaje maravilloso hacia el conocimiento.

Álvaro González de Mendoza nació con un soplo en el corazón, pero -como él mismo decía- con el peso del calendario el problema se agudizó y era necesario operarle la válvula mitral.

El domingo 12 de julio escuché su voz por última vez y a través del teléfono. Después de preguntarle ¿cómo estás? él me contesta: “Mal, gracias. ¿Cómo quieres que esté si mañana me hacen el ‘catreterismo’?” Yo, hablando con un loco inofensivo enamorado del lenguaje (como él mismo se definía), un filólogo en toda la extensión de la palabra, le pregunté con cierto empacho: “¿Me estás vacilando? ¿Qué no se dice cateterismo? ¿Qué no viene de catéter?” “Es lo mismo -me dijo-. Cateterismo o ‘catreterismo’, el asunto es que con eso el doctor se quiere asomar a mi corazón para darse cuenta qué tan dado al catre estoy”. Yo me reí sin poder evitarlo (me resultó incomodo en ese momento a pesar de su broma) y sólo atiné a decir: “Con la ayuda de Dios y tu buen humor todo va a salir muy bien, Álvar, ya lo verás”. “Esperemos que así sea -me dijo- porque el remendaje que necesito es muy serio, muy riesgoso. La verdad estoy muy nervioso. Tengo miedo, Giorgio… tengo mucho, mucho miedo”. “Trata de relajarte, Alvarito -le dije-. Ayúdales un poco a los médicos yendo tranquilo para que todo salga bien”. “Es difícil, Giorgio -me dijo-. Es muy difícil sabiendo a lo que me enfrento”.

Había un sinfín de temas qué aprender de semejante ser humano; tenía tantas preguntas qué hacerle a mi maestro que no me quería despedir. Pero al escucharlo con voz intermitente que tenía mucho miedo, a mí también se me entrecortó la voz y no hubo más que despedirme del gran amigo diciéndole que oraría por él, y sus últimas palabras para mí fueron; Táte bien, Giorgio, muchas gracias”.

Le hicieron el cateterismo pero a los tres días su corazón se detuvo. No llegó siquiera a la operación. Mi queridísimo Vallero Solitario se fue a cabalgar a los Valles Celestes, eternos y misteriosos, a investigar de qué se trata el más allá.

Curiosamente la primera vez que lo escuché en la radio me platicó sobre la Pascua, el paso hacia el más allá eterno, hacia -como decía él- la zona del silencio. Y la última vez que lo escuché en la radio -el 10 de julio del 2009, cuando se bajó para siempre de las antenas- me habló del tiempo, de lo valioso que es el tiempo y me dijo adiós en varias lenguas. Me explicó el significado real del good bye, del chao y del a dios, así, separado. Casi para despedirse me dice: “Órale. ¿Sabes orar? Hay dos tipos de oraciones: Unas que se hacen en sentido horizontal; sujeto, verbo, complemento para establecer comunicación con el prójimo, con el próximo, con el que está a tu lado. Y otras en sentido vertical: Orar, hacia allá, hacia lo desconocido; hacia el misterio… el tiempo”. Me quedó muy claro que él se refería al sentido vertical. Que orara; que rezara, que pidiera por él a las divinidades.

Jamás podré expresar lo que significaste en mi vida, queridísimo Vallero. Fuiste sin lugar a dudas mi burro predilecto. Tú mismo lo dijiste: “los burros son acarreadores, y yo pretendo ser un acarreador de conocimientos”. Por eso, mi querido Burrito, mil gracias. Gracias por desempolvar mi sesera, por hacerme ver la vida de una manera distinta y sobre todo, por haberme dado la enorme dicha de contarme entre tus amistades. Por todo eso siempre te llevaré en mi mente y en mi corazón que tu partida ha dejado destrozado. Que esa valiosa lengua que tanto se ventiló y mucho me instruyó, junto con todo su cuerpo, descanse eternamente en paz y muy juntito al ‘Senhor do Bonfim’. Inmensamente agradecido, oro y lloro por ti.


Fragmentos del epílogo de un ensayo al cual Alvargonzález prologó dos meses antes de su partida.

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16 comentarios en «En memoria de Álvaro González de Mendoza, el Vallero Solitario.»

  1. Lo conoci alla por el 89 en el piso 12 de Radio Universidad donde trabajabamos yo en el area de ingenieria de la radio y Alvar con “Guadalajara que sigue” , muchos buenos recuerdos me vienen de aquel tiempo que la radio U queria cambiar y lo logro, Alvaro venia recien de la BBC de Londres y yo recien entraba a las entrañas de la radio, fue mi primer experiencia de trabajo en la radio y aprendi mucho haciendo radio con Alvaro, muy buenos recuerdos.
    Jonathan G.

  2. Juan Carlos Campuzano G.

    Mil y dos.
    Conocí a Alvaro allá en un tiempo remotísimo, 1989 o 1990, una noche de insomnio. Mi historia debe ser la de muchos, nos conocimos -y digo nos conocimos, por que no podía ser de otra manera, aunque él no lo supiera- a través de la radio. Durante espacio de dos o tres años fue un amigo constante, aprendí mucho de él y se me hizo una verdadera fuente de dichos y aprendizaje. Hará cosa de cuatro años lo busqué por el internet… hasta ahora se de él, y es únicamente para romperme el corazón. Espero que donde éste, siga atosigando las ideas de quienes le rodean. Hermoso lugar el que tienes.
    Con Afecto. Juan Carlos Campuzano.

  3. Que nostalgia me da haber leido esto. Yo que solo lo escuchaba y nunca, nunca lo conoci ni en fotos hasta después de irse, me da un gran pesar su perdida. Como siempre lo he dicho NUNCA nadie como él y NUNCA creo poder aprender tanto como he aprendido y sigo aprendiendo de él.
    Me hace llorar este escrito

  4. Como olvidar al GRAN AMIGO , a quien tuve la dicha de conocer en persona en EL LIBRO BARATO en el 2001,aunque para ese tiempo ya tenia rato de estarle siguiendo con muy bien puestas orejas, bueno… cuanto vacio dejo en la radio; de verdad que con su partida el hertzio en GDL quedo en caida libre, pero en fin asi es esto lo del abarrote y sin mas ni mas se nos adelanto a LA ZONA DEL SILENCIO como el tanto lo decia.

    Dios te cuide Alvar!

    Francisco Mendez Upland ,CA

  5. Pues yo escuché por primera vez a Alvar en el lejano 1993, cuando tenía 13 años. Mi hermano lo escuchó en la DK, y capturó sus orejas. Después lo escuché yo, y capturó las mías. Después ví sus andancias con el ingeniero Flores Trischler en el canal 6. Su concepto de hacer televisión con “la volanta” era maravilloso. Eso si era televisión, y no la basura que hacen los grandes corporativos. Le perdí la pista después y hasta 1999 lo encontre en radió UDG donde lo escuché en las tardenoches y en las madrugadías. Cuando lo bajan de radio UDG no supe de él hasta que escuchando Jalisco Radio una noche de octubre encontré su boca disfrazada de bocina de radio y lo escuché hasta el día en que se le agotaron las existencias.

    Gracias a todos los que mantienen esta página. En ella escuchamos y reescuchamos al maestro y comprendemos sus palabras. Yo soy un amante de doña Historia desde que comencé a leer, y gracias a Alvar amo y amaré más a esa dama de cara sucia, pero bella.

    Un saludo a todos.

  6. Les felicito por acercarnos la sabiduria en palabras que extraño escuchar. Tuve el gusto de hablar directamente con ÊL debido a la atenciòn personal que daba a los comentarios que hacia durante el programa. como lo Recuerdo y me hace falta. por èllo, gracias a ustedes que me permiten disfrutarle de nuevo.

  7. Fue en la TV, en el programa de HASTA AGOTAR EXISTENCIAS, que lo conocí, recuerdo que en ocasiones faltaba a algunas clases por ver su programa, y decía a mis compañeros, aunque no lo crean aprendo mas en ese programa. Hacía anotaciones en una libreta de las cosas que aprendía, posteriormente le perdí la pista cuando salió del aire el programa. Creemos que lo bueno nos va a durar siempre, y en cualquier momento tendremos una nueva oportunidad, en mi caso de escucharlo de nuevo, y coincido con Juan Mendoza, porque es hasta que veo un reportaje en público de él, cuando comienzo de nuevo a buscarlo, es realmente como si Alvar, hubiera intentado reunir a sus mas fieles aunque no constante prestadores de orejas, a estar nuevamente con él, Muchas Gracias por éste esfuerzo de preservar el legado de éste ser maravilloso, que alguna vez tuve la fortuna de escuchar y aprender de él, Descanse en Paz querido Alvar….

    1. Un agradecimiento enorme a todos por sus comentarios. Quisiéramos contestar y agradecer a cada uno como lo merecen por la molestia que se toman pero, la persecución del salario mínimo no nos lo permite. Sepan que sus comentarios nos retroalimentan y nuestra mejor respuesta es no dejar caer la página.
      Saludos cordiales a todos.

  8. Coincido con algunos de sus comentarios, desde que me fui a trabajar a Toluca me desconecte de algunas cosas dentro de las cuales estaba escuchar al buen Álvaro, el cual mediante su hábil dominio del uso de las palabras y conocimiento de la cuidad de GDL me gustaba escuharlo por radio, derrepente me acorde de Álvaro y me puse a buscarlo por internet para saber como escucharlo nuevamente y saber noticias de el cuando me entero de su terrible fallecimiento , creo que el trato de comunicarse después de su partida con todos sus radio escuchas no importando el lugar donde nos encontráramos y me siento afortunado de ser uno de ellos al recibir su mensaje para volver a conectar con sus palabras que ustedes hacen que continuemos sabiendo y escuchando de el que Dios los bendiga por esta labor tan importante.

  9. Marco Antonio Guillén Chávez

    La partida de Alvar, tan inesperada hace un año, me partió el ánimo; sentí mucho el que me hubiera dejado con ganas de aprender, reaprender y desaprender más cosas que sólo él las hacia tangibles y comprensibles con su “inculcanda repetenda”. Fue él de esos seres incomprendidos y desagradables para quienes, dueños de medios de comunicación, medran con el privilegio de la transmisión hertziana, pero por lo mismo eso lo hacía más atractivo para los que, como él, estábamos ávidos de pensar, de saber y de comprender el mundo y más peligroso para los mercachifles de la radio. Pese a ello, Álvar pudo dejar huella en varios de sus seguidores-admiradores y ahora impulsores de sus decires para continuar tercamente oxigenando la sesera de más de alguno que aún lo necesitamos. El Maestro Amigo arando en el mar logró que algunas de sus semillas germinaran. Me congratulo de poder seguirle la pista gracias a la terquedad inteligente de los que han hecho posible que él perviva a través de este medio y de alguna que otra emisora radial. Álvar no nos dejó, nomás se nos adelantó; mientras lo reencotramos, sigamos las huellas de tinta seca que nos legó y que al contacto con los ojos nos refrescan la memoria. Gracias Jorge, José, Gustavo, Jonathan, Gloria, Mac, por mantenerlo vivo para seguir aprendiéndo de su lengua impresa y sonora.

  10. Dedicatori
    A quienes comparten la tesis de que La Historia es un infinito, exquisito y peligroso juego de palabras. A quienes creen que todos tenemos el derecho de dar nuetra propia vercion de La Historia, y desde la banqueta por donde trasitamos.
    A. G. de Mendoza.
    Guadalajara Era Cincuetal.
    Parto, Partida y partimiento.

    Si el polvo del olvido llegara a borrar de tu mente mi recuerdo, conserva esto si es que vivo, o derrama una lagrima si es que he muerto.
    Roberto Henandes.

  11. Sus palabras y forma de pensar nunca se han de olvidar, siempre estara presente entre nosotros con sus palabras e ideas que en tiempos modernos se van perdiendo mas y mas, por eso mi mas grande respeto y nunca lo he de olvidar…..

  12. Aunque no lo dice, yo sé perfectamente que es tuyo, Jorge.
    Ayer hace un año que se fue el gran Álvaro. Ayer hace un año que se fue tu gran amigo, al que yo agradezco infinitamente porque te hizo a ti también una persona enamorada del lenguaje, Te enorgulleces tanto de ello y corriges a quien se te ponga enfrente.
    Mi buen George ánimo y adelante.

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