Por Alvargonzález; 6 de febrero del 2003
La Calzada Independencia desierta y empedrada, con el Río de San Juan de Dios ya embovedado por instrucciones del gobernador Ahumada; el mismo que ordenó la construcción del monumento al que le debe el nombre esa vía tan demarcante de la fisonomía urbana. En la añeja fotografía hay una serie de elementos que varían en su grado de significación.
Algo que resulta solamente simpático es la figura femenina que mira hacia el oriente, la que todavía ostenta una gran trompeta cuyos fines simbólicos desconozco, pero que con el paso de casi cien años ya desapareció y le dejó con el brazo extendido para desconcierto de algún muy ocasional observador. Más significativo –como punto de referencia– es el anónimo ciudadano al pie de un poste que sostiene la línea que alimentaba al tranvía que por allí pasaba. ¿Alcanzas a ver lo rieles? Por allí los tranvías que iban a la Garita y a San pedro. También se advierten unos postes de alumbrado público que no deben haber iluminado más allá de unos cuantos metros en una Guadalajara que al caer la noche se sumía en la penumbra.
En el larguirucho edificio de ¡dos pisos! a la izquierda, estaban las oficinas centrales de la llamada Cía. Eléctrica e Irrigadora de Chapala que era la empresa –privada– encargada del suministro eléctrico a la ciudad, generado por la hidroeléctrica de Puente Grande (y gracias a que allí hubo una vez un río). Adjunto al edificio podrás advertir un galerón que albergaba los talleres y depósito de tranvías de la compañía administradora del entonces único medio de transporte público. La foto, en números cerrados, data de 1930.
En esa década el ‘goberenturno’, Margarito Ramírez, decidió eliminar el transporte tranviario y a su decisión se sumó un hecho que te permitirá advertir que desde hace rato lo que pasa allá nos rebota acá. Tal vez como efecto de la recesión empezaron a llegar del más allá norteño, muchos compatriotas, expulsados por ese afecto vecinal del “sí te quiero cuando te necesito”; y ellos trajeron por ferrocarril no pocos camiones de carga y pasaje (o sea que lo de los ‘chocolates’ tampoco es novedoso) y donde estuvo la estación tranviaria se creó la Central de Camiones y Autos de Servicio Foráneo, de hecho la primera Central Camionera local. Allí, junto al Monumento a la Independencia.
¿Por qué el pueblo bautizó a aquellos transportistas públicos como ‘los surumatos’? Es algo que no he podido averiguar y si lo sabes por favor dímelo pues me suena a profético, porque entre otras cosas bien que ‘surumata’ ‘hoyendía’ el público transporte…
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Según un artículo de Federico Campbell «EN ANTICHILANGUISMO, UNA REALIDAD CON MUCHOS PADRES Y SIN ORIGEN DEFINIDO», publicado en la revista «PROCESO»cita que el diccionario de sinónimos y antónimos y «voces de chihuahua» de J. Bonifacio Martínez que «SURUMATO» es un término utilizado después de la revolución para señalar a los changos y sardos que venían del sur para indicar su baja escala social. Surumato, como sinónimo de chilango en el norte del país.
Gracias por tu comentario, Israel. Saludos.
Yo no lo sé de cierto pero me imagino que no hallaron otro apelativo para los pelados del norte que encontraron a una Guadalajara expansiva con necedad de transporte eficiente.
De que se agarran modos no se sueltan como este que mienta Jesús, tan arraigado y por economía de lenguaje ya va en puro «mano», ya se le quita el diminutivo.
Miles de saludes tengan ustedes
Un Surumato es la nueva versión mexicana de WAB,(acrónimo de -what a brother-) lo que quiere decir que es el término histórico de los residentes de Nuevo México que se consideraban «españoles» y se llamaban a sí mismos «manitos».
Surumato se usa para ridiculizar los mexicanos recién llegados.¿Será?
Gracias por seguir haciendo este trabajo y ojalá que el sábado pasado la hayan pasado muy agusto.
Bien a gusto mosqueándonos nada más los mismos tres o cuatro de siempre, Antonia. Pero nos tocó de a más tamales. Gracias Lilia y José N. de la P. por sus comentarios.
Para algo sirve este monumento, ya que hace poco tiempo un solitario inmigrante pasaba la noche en brazos del angel. mis padres me contaban del paseo obligado para ir al lago de Agua Azul y embarcarse en las lanchas y comer las lechugas que vendian las marchantas a lo largo de la CALZADA
Perdón….gracias por sus aportaciones y siempre es un honor seguir aprendiendo del legado de Alvar.
Mirando al oriente… será por las atenciones a la capital del país? Por otra parte… Tuve la oportunidad de ir a una conferencia «del Vallero» acerca de los orígenes y evolución del mariachi. Allí presentó la fotografía que él tomó de la carta de rosa morada. Será posible que algún día la podamos disfrutar?