Saltar al contenido

¿Corrió?

Por Alvargonzález; 10 de diciembre del 2003

Es un palacio, y no podría haber sido de otra forma, puesto que está en la llamada Ciudad de los Palacios. Hechura que don Porfirio encargó a Adamo Boari -el mismo que proyectó el templo Expiatorio aquí-, y que resultó en un edificio con dimensiones monumentales y en tono gótico-civilista-florentino. Pero no intento hacer análisis arquitectónico o estético de una obra cuya herrería ornamental fue traída de Europa y donde ahora se filman no pocos comerciales; lo que intento es que le echemos un vistazo decembrino al esplendor y decadencia de un sistema que se oxidó, y como su Palacio requiere remendaje.

Digo lo de ‘decembrino’ porque no hace muchos años, una costumbre prácticamente extinguida en la ‘suaveáspera’ patria, saturaba a punto de ahogo a un sistema que tuvo su epicentro glorioso allí. ¿Has recibido alguna tarjeta de navidad? Antes, las navidades asfixiaban al que paulatinamente dejó de ser una de las glorias nacionales: el servicio postal. Sí, la imagen muestra el interior del Palacio de Correos en el mismo centro del muy concéntrico país. Otra pregunta franqueada para la misma entrega: ¿cuánto hace que no escribes una carta? O ¿alguna vez escribiste cartas con pluma, tinta y papel?

Pareciera ser que el Correo Mexicano se enredó con su nombre y por aquello de que ‘correr’ y ‘carrera’ son el origen de la denominación. ¿Postal? Aún prevalece en la memoria colectiva el mítico servicio de Moctezuma cuyas postas o relevos de corredores superdotados cubrían distancias enormes en tiempos que ahora ni Ana Guevara podría lograr. Pero más allá de la eficiencia hipotética del servicio de corretaje de la mensajería imperial en tiempos prehispánicos, el republicano y revolucionario sistema se fue haciendo lento y por ello ineficiente. Más aún: a la carrera competitiva del reparto de mensajes y paquetes entraron muchas otras empresas criollas o foráneas y los timbres del correo empezaron a sonar destemplados. ¿Cuánto hace que no le pegas la lengua a una estampilla para humedecer el adhesivo, si es que alguna vez lo hiciste?

Gloria que en tiempos porfirianos mereció un palacio, fue declinando en confiabilidad y efectividad. Mientras que en los países ‘primermundanos’ los sistemas de correos siguen siendo básicos e imprescindibles para el funcionamiento social, aquí se ha convertido en un mero sistema de reparto de cobranzas que con un poco de suerte llegan a tiempo. El correo no corrió con la velocidad que exigía la modernidad, y -¡oh paradoja!- lo menos que llevan los carteros ‘hoyendía’ son eso: cartas. Te redigo: ya ni tarjetas de navidad.


Transcripciones de algunas conversas radiofónicas de Alvargonzález aquí; Transcripciones

Más de Alvargonzález en; www.gatofuentes.com/ ‘Escritos de amigos’.

Venta de los ‘Cincuenta Recuentos’ con Mario o Fabián en el puesto de periódicos ubicado en Américas y Morelos, abierto todos los días de 8 A.M. a 9 P.M. O en López Cotilla 813, entre Camarena y Rayón.

Comparte si te ha gustado

4 comentarios en «¿Corrió?»

  1. Mi caso fue muy desagradable, por razones personales tuve que emigra a los Estados Unidos en 1992, despues de un tiempo relativamente corto desidi ayudar a mi familia economicamente, y empeze ausar el servisio postal, cual fue mi sorpresa de que de alguna forma se la ingeniaban malos empleados pasa sustraur el dinero (money order) de el sobre, obligandome a pagar mas para mandar cartas registradas por el post office(correo de USA).
    Sucesivamente deje de usar el correo con la llegada de nueva tecnologia que fue saliendo(internet).

  2. Excelente comentario, Oscar, bien atinado. Y como bien dice Alvar, ahora los carteros deberían llamarse “cobradores”, solamente llevan documentos para pago.

  3. A mí me pasó al revés, dejé de enviar cartas porque me quitaron las oficinas de correos, luego en casa cada vez hablamos menos entre los distinguidos miembros, ques que pa llevarnos mejor.
    Pero en este espacio de libre escritura, agradezco que sigan permitiendo el correo de Alvar, en verdad lo aprecio y me anima mucho así como leer las opiniones de todos.
    Motivos aparte son las bellas imágenes que Alvar también tuvo cuidado de ilustrar.

  4. Las nuevas tecnologías para comunicarnos incrementan notablemente la cantidad de información que recibimos y su gran velocidad, pero también se puede incrementar los peligros y beneficios de la comunicación. Si cuando empezaron los libros impresos nos advirtieron por medio del Quijote que podemos quedar idiotizados con mayor razón ahora. Entonces una de las misiones de la educación es obtener beneficio y no lo contrario de la enorme cantidad de información a nuestra disposición y Alvar se enfoco mucho a este problema induciéndonos a no ser reactivos sino pensantes por medio que la historia son muchas historias y no nos enganchamos a una sola versión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.