Saltar al contenido

¿Qué sigue?

Por Alvargonzález; 17 de febrero del 2003

Hace años, coincidiendo con el 450 aniversario de la ciudad, eché a circular un pequeño libro y lo hice por dos poderosas razones: la de asumir el derecho del individuo común y corriente de contar su propia versión de la historia; y -quizá la más poderosa-, porque me dio la gana de compartir el estrujamiento que me causó Guadalajara luego de regresar y verla muy otra después de una ‘cortilarga’ experiencia trabajando para la BBC.

El asunto viene a cuento por razones tanto personales como colectivas. Al haberse celebrado hace unos días el aniversario 461 de la fundación de Guadalajara, creo que no desentona el que algo te diga de las vivencias que el tal libro me permitió experimentar.

Una periodista británica entrevistó a Stalin en el mero apogeo de las purgas que aplicó el dictador y se le preguntó si no le parecía excesivo el tratamiento de limpieza de los contrarios a su régimen. El fiero Joseph le respondió: “si me espero a que se suiciden, nunca ocurrirá…” Así el autor independiente que un buen día lleva sus escritos a un impresor, sumados a otros papeles para pagar el trabajo: si se espera que de él se ocupe ‘la crítica’, o los que ostentan la verdad colegiada, o el grupo que se reparte premios en circuito cerrado; si se espera, nunca se va a dar. Si yo no te cuento que me parece prodigioso el haber colocado -lo de ‘vendido’ sería temerario decirlo-, cinco mil de esos ejemplares desde la fecha de publicación, no te enterarías. Gracias a maestros como Hugo Bernales que lo tomaron como texto para que con él los alumnos se enteraran del viejo axioma que afirma que la naturaleza no da saltos, y por ello la ciudad actual es consecuencia de un proceso; gracias a usuarios de mis hechuras radiales o televisivas y a pesar del ‘poconulo’ apoyo de librerías que en primera instancia ni me pagaron ni devolvieron mi temeraria publicación encuadernada tras un título-pregunta: “Guadalajara… ¿qué sigue?”. La pregunta me atenazó cuando después de seis años volví a encontrarme con una ciudad transformada, y decidí plantearla valido del hertzio y del papel.

Ese es el asunto colectivo: el que la ciudad haya cambiado más en 40 años (1950-1990) que en cuatro siglos precedentes, es para dar vértigo. Que nos falló el modelito que seguimos y con ello la intención primaria que debían tener las ciudades: facilitar la felicidad de sus habitantes. Que todos quisiéramos vivir en una mejor ciudad, pero que hacemos nada para recuperar la calidad urbana perdida. ¿Qué sigue? Buena pregunta ¿no?


Transcripciones de algunas conversas radiofónicas de Alvargonzález aquí; Transcripciones

Más de Alvargonzález en; www.gatofuentes.com/ ‘Escritos de amigos’.

Venta de los ‘Cincuenta Recuentos’ con Mario o Fabián en el puesto de periódicos ubicado en Américas y Morelos, abierto todos los días de 8 A.M. a 9 P.M. O con Macartur en López Cotilla 813, entre Camarena y Rayón.

Comparte si te ha gustado

2 comentarios en «¿Qué sigue?»

  1. Después de ti memorable Álvar, nadie ha seguido.
    Y nuestra Guadalajara ya casi se pierde entre distancias cada vez más largas, a semejanza de su monstrua hermana. También le llegan otros millones de tapatías y tapatíos, la vía de su llegada es lo de menos, te cuento que antier supe de otra nueva tapatía en a mi círculo social. ¿Qué ciudad irá a encontrar cuando pueda tener algo de juicio citadino tapatío?
    Con cada vez más velocidad se ha modificado este Valle de Atemajac “verticalizado” por voraces inmobiliarias que rompen toda ley que las propias autoridades permiten y los cerros de alrededor cada día se borran más.
    Tenemos también un severo déficit de árboles y agua, ya del espacio te conté.
    Pero creo que la principal pérdida o cambio es la AUSENCIA DE INTERÉS POR NUESTRA GUADALAJARA, así como decías, vamos a llegar muy muy lejos, cuando ya nada haya que celebrar.

    Para mí es de celebrar a la poqui-mucha gente que aún en este EXHUBERANTE ESPACIO, ENCUENTRA LA COMUNICACIÓN NUTRIENTE QUE PERMITA A NUESTRA QUERIDA GUADALAJARA, AL MENOS CONSERVAR EL ESPÍRITU DE SU CREACIÓN PARA FELICITAR A SUS HABITANTES, ESO SÍ, CON SU GRANITO DE ARENA O GOTA DE AGUA QUE SIEMBRE LAS IDEAS DE RECUPERACIÓN DEL ESPACIO VITAL.

    Tate urbana o urbano parlante, aquí en este abundante espacio.

  2. LO QUE ESTÁ SIGUIENDO ES LA DEGRADACIÓN DE LA CIUDAD. SE QUITAN ÁRBOLES PROVEEDORES DE VIDA Y CUALQUIER COSA PARA DAR PASO A CENTROS DE PERDICIÓN O VICIO=CASINOS, ADEMÁS LLEGARON LOS EXPLOTADORES DEL MIEDO EN MENOS DE 1 SOLO AÑO, SUMADOS AL PROGRESO DE LA INDIFERENCIA POR IGNORANCIA DEL VALOR DE LA VIDA.
    CADA VEZ MÁS ÁLVAR TIENE RAZÓN.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.