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Biodegradables 4 (‘Nomeolvides’)

Por Alvargonzález; 4 de noviembre del 2002

Pasadas las festividades de ‘todosantos’, fieles difuntos y su mezcolanza con ‘jalogüines’, espero no me acuses de extemporáneo al seguir con el mismo tono panteonario. Con lo que trataré de contarte hoy, cierro la serie. ¿Te parece?

Fácil: asómate a los ritos funerarios de los pueblos, de los grupos sociales, y al verlos percibirás gran parte de la esencia de los mismos, pues tales ritos finales envuelven la quintaesencia del alma popular; y esos rituales, con su permanencia o sus modificaciones, permiten advertir la consistencia o transformación del ser colectivo. Tal vez te suene ello un poco complicado pero voy directo a nuestro caso concreto.

Las necrópolis locales -y mira que utilizo el término porque ajusta perfectamente para llamar tal cual a ‘las ciudades de los muertos’-, han visto radicalmente transformada su arquitectura en los últimos tiempos. Los recintos que dan cobijo a los ‘biodegradados’ ciudadanos tapatíos se han modificado en forma palpable, y han pasado de ser unos lugares en donde capillas a escala, mausoleos monumentales -¿has visto la cúpula dorada y arábiga de conocido centro de acopio de restos?-, y de cubiertas con epitafios a todo mármol; han pasado de ser eso, a jardines con placas casi invisibles a ras de suelo. ¡Que no se note!

Como no es posible que todos los días te lleve una ofrenda floral, contrato a una representante bellamente esculpida, para que en tu tumba deposite -dolorosa-, mi homenaje. ¿La ves? Allí está en Mezquitán y es indudablemente una obra escultórica magistral que transmite dolor por la pérdida, y apenas apoyada, tenue, en la cruz que remata el monumento funerario. Pero eso ya es de otra época; de los tiempos aquellos del culto a los muertos y no del ‘tiempoactual’ en el que se ha impuesto la tradición anglosajona: la del dormitorio -o ‘cementerio’ si prefieres decirlo en griego-, imperceptible, discretamente ubicado y sin mayor relevancia dentro de la urbanidad colindante. ¡Jardines del ‘nomeolvides’!

No sé si sea buena o mala noticia, pero de que es un hecho palpable lo es: Doña Globa también se ha saltado las tapias de los cementerios; si lo invade todo ¿por qué debía de respetar esos espacios tan íntimos o manifestantes de la idiosincrasia? No más estatuas ni monumentos funerarios; la elección actual-modal es ¡o espacio cenicero o jardinero!

¿Cómo dijo el poeta? “Todo cambia… porque lo nuestro es pasar…” Y vaya que cambia, y vaya que pasamos.


Transcripciones de algunas conversas  radiofónicas de Alvargonzález aquí; Transcripciones

Más de Alvargonzález en; www.gatofuentes.com/ ‘Escritos de amigos’.

Venta de los ‘Cincuenta Recuentos’ con Macartur en la librería ‘El Desván de Don Quijote’ (antes ‘La Berinta’), López Cotilla 813 y con Mario o Fabián en el puesto de periódicos ubicado en Américas y Morelos. Abierto todos los días de 8 A.M. a 9 P.M.


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1 comentario en «Biodegradables 4 (‘Nomeolvides’)»

  1. La obra de mi buen amigo y maestro Álvaro González de Mendoza se ha quedado influenciando mi pensamiento y existir, ahora que lo pienso las almas no van con el tiempo, por eso puedo continuar con estas atesoradas enseñanzas que al darse más, se aumentan en valor.

    Gracias Álvar porque tu obra no perece, sigue siendo necesaria en el aire que le da vida a mi querida Guadalajara.

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