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Contemporáneos (1)

Por Alvargonzález; octubre de 1997

Las fechas son un fabuloso invento humano. Tal cual: sirven para estar en contacto con la realidad y revestirla al mismo tiempo con eso; con fábulas, útiles, indudablemente, pero debemos aprender a manejarlas y a comprenderlas porque tienen esa tendencia a realizar trucos insospechados con su aparente virtud de hacer la historia, precisa.

¿Será la historia cosa de fechas?

Todo ello tiene que ver con el año 1917 (y en principio). En sólo dos meses, de diciembre del 16 al último de enero del 17, se elaboró en Querétaro La Constitución que fue proclamada justo el 5 de febrero. ¿Coincidencia que durante más de un siglo el 5 de febrero haya sido una gran festividad nacional debida a San Felipe de Jesús? La celebración patriótica marca un desplazamiento de fechas y quizá un viraje -por decreto-, de la constitucionalidad anímica nacional: la celebración eclesiástica debió ceder su lugar a la republicana. Conociendo a Don Venustiano, no creo que haya sido mera coincidencia, sino el manejo político de las fechas que en tal caso sirven, ¡para precisar imprecisiones! No imagino que la noche de ese memorable 5 de febrero del 17, el campesino de Tizimín, Yucatán, o el comerciante de Penindícuaro, Michoacán, o el minero de Sombrerete, Zacatecas, o el pescador de San Ignacio Kadakamán, en Baja California, hayan concluido su jornada diaria jubilosamente y diciendo: “Ahora sí tenemos una Constitución que asume las diferencias entre los mexicanos y que nos hace a todos iguales ante la ley”. ¡Qué va! O sea que el 5 de febrero de 1917, un escrito re-constituyente de la mexicanidad, comenzó el largo camino entre Querétaro y un extenso país urgido de legislación funcional. ¿Día de la Constitución? ¿A partir de ese día México quedó constituido? Espero adviertas cómo las fechas sirven también para im-precisar.

El año del 17 es significativo para mi constitución personal. Mira, insisto que la Constitución General tiene como objetivo el hacernos iguales a pesar de todas las diferencias, y bien mirada esa intención algo tiene de paternal. ¿Te acuerdas que Patria proviene justamente de Pater, padre? Por eso la expresión equilibrante de ‘madrepatria’ que combina ambos elementos sustantivos: el femenino y el masculino. En el año 17 nació mi constituyente, Juan José González Moreno: mi padre. Ya me dirás que deje de lado asuntos personales y me concrete a cuestiones más amplias, y en ese sentido te digo que sí, mi padre es coetáneo de la Constitución, los dos con sus ochenta bien cumplidos, los dos de la misma edad, que eso es ser coetáneos. ¿Contemporáneos? Ese es asunto aparte.

Continuará…


Transcripciones de algunas conversas radiofónicas de Alvargonzález aquí; Transcripciones

Más de Alvargonzález en; www.gatofuentes.com/ ‘Escritos de amigos’.

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3 comentarios en «Contemporáneos (1)»

  1. Ya vi el link que refuerza la constitución de nuestro amigo Álvaro, así se comprende más la historia y el gusto por la existencia que por la conversa progresa.
    Salud conversante.

  2. Este escrito me hace recordar el invento del 11 de las torres. Esta fecha terrorífica va mucho más lejos que la simple caída de las torres, es la cúspide del cambio de mascara del capital mundial que no tiene ni territorio ni patria, de las barras y estrellas cambia a la máscara de las estrellas sobre el paño rojo.

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