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Del Arenal y las Damas

Por Alvargonzález; 1 de octubre del 2003

Cosechar lo ajeno es poco meritorio pero muy ‘tentante’, o ‘tentacional’, escoge el término y porque debo hacerte una confesión: hoy recojo frutos de huerto ajeno; o caigo en tentación y cosecho parcela –si bien literaria–, propiedad de otro (como casi siempre ocurre)…

Creo sabes lo que son las ‘ediciones de autor’*. Sí, esos libros cuya publicación no obedece al ansia de premios ni a convertirse en letras bien vendidas, sino a la macha intención de sus autores de contar al ocasional lector su versión de los hechos y por el placer (caro por lo general) de hacerlo. Heroico proceso que convierte las palabras propias en libros… que luego se convierten en incógnita: ¿qué hacer con ellos? Del asunto te puedo contar mucho en primera y en tercera persona. Así ‘Y mi pueblo Zapotlán se hizo ciudad… Guzmán’ es el recuento paterno de su infancia pueblerina en un lugar que se abrazó con fervor ciego al modernismo hijo de la Rev.; o el caso de ‘El Arroyo del Arenal’ en el que el Dr. Trinidad González Gutiérrez, hablando de su barrio de infancia intenta recordarnos que Manrique se equivocó: no todo tiempo pasado fue mejor. Qué va: nomás empezaba el ‘tiempodeaguas’ y los habitantes de la zona debían preparase para sobrevivir a las crecientes furiosas que todo arrasaban. También el autor narra aquella macabra costumbre de época de ‘estacar’ allí a las cónyuges supuestamente infieles. ¡Horror tapatío! Y es al Dr. Trino a quien, a propósito de arroyo, corrientes y damas, robo más datos.

La foto muestra en negro y blanco –oscuramente–, el quinto arco de un puente hecho para aligerar la frontera con el pueblo de Mexicaltzingo y la salida hacia el ‘Camino Real de Colima’. El llamado ‘Puente de las Damas’ fue construido hace más de 200 años, para salvar el amplio arenal (más de150 mts) en las secas, y el fiero caudal cuando las aguas. Ubícate por favor: metros más o menos, estamos hablando del actual cruce de las calles Colón –antes calle de La Aduana–, y La Paz. ¿Por qué el nombre? Porque la alcurne y piadosa ‘Congregación de las Damas del Señor de la Penitencia de Mexicaltzingo’ fue la que reunió fondos para su construcción, y tan bien quedó ¡que todavía, soterrado, allí está el Puente de las Damas! (el libro incluye muchas fotos de lo que yace bajo la Av. La Paz).

Quedó también sepultado en el olvido, y fue apenas en 1994 que buscando tesoros Roberto Rivera dio con esa obra ‘de gran solidez… construida con piedra de castilla y piedra chiluca de Oaxaca’ y que fuera asimismo auspiciada por Fray Antonio Alcalde. Oculto vestigio de un barrio, de un arroyo, y de una ciudad que pocos imaginaban iba a devorar implacable los pueblos circunvecinos saltándose puentes y ríos. La fiera urbana aún no mostraba su ferocidad…

*ediciones de autor –recuentos históricos personales–, que encuentras en El Laberinto: L. Cotilla entre Camarena y Rayón.

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6 comentarios en «Del Arenal y las Damas»

  1. Quiero comprar un libro escrito por el doctor José Trinidad González Gutierrez, cuyo tema central es “Las Nueve Esquinas” en Guadalajara, agradeceré me orienten para poder adquirirlo.

    Atentamente

    Dr. Roberto Rosas

  2. Ahora con las obras del tren cuantas otras han descubierto como los yacimientos de titanio bajo palacio de gobierno y cuantas más?

  3. Q paso con el proyecto de rescatar el puente que se publicó en 2010? Por parte del consejo municipal de Guadalajara, urge rescatar estos sitios nuestra ciudad y nuestra gente necesita conocer su historia

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