Trivias Tapatías

Hoy retomamos el tema de las trivias tapatías de Alvargonzález, no sin antes recordarte o notificarte que además de  haber quedado grabadas con su propia voz en los Cincuenta Recuentos, también se encuentran compiladas en el libro ‘Triviario Tapatío’. El Triviario Tapatío contiene cerca de quinientas trivias (o recuentos, como les llamó el Vallero Solitario) compiladas por doce autores aparte de Álvaro González de Mendoza, quien también es el autor del prólogo de dicho libro y el cual te presentamos a continuación.

Prólogo Trivial

Por Álvaro González de Mendoza

El nombre queda justo para designar lo que las páginas siguientes contienen: asuntos triviales referidos a la trivial historia de una seria y formal ciudad: Guadalajara. Y esa la primera cuestión: ¿es lo trivial contrario u opuesto a lo serio y formal? No necesariamente.

Rápido; de paso y con la urgencia de quien quiere pronto llegar a su destino, pero ello no significa falta de seriedad. ‘Oraciones tri-viales’ denominaban los viandantes romanos a las que pronunciaban de paso y con pocas palabras implorando el auxilio de las divinidades para proseguir su andancia. Así, tri-viales no porque estuvieran carentes de solemnidad, sino porque pequeñas imágenes principalmente de Artemisa-Diana diosa de la caza, o de Minerva diosa de la sabiduría, estaban colocadas en hornacinas en las bifurcaciones de caminos o donde las vías romanas se abrían hacia destinos diferentes. Oraciones breves pronunciadas al paso y con toda reverencia.

Esa es la condición primaria en la elaboración de los artículos integrados aquí: compactos y sustantivamente elaborados con alrededor de doscientas palabras cada uno. Breves. Respetuosamente compactos, no porque la historia citadina no sea seria sino porque tu tiempo como lector cuenta y vale. Y en ese sentido de compacta brevedad, los artículos son triviales. Y mucho, pero no carentes de seriedad investigativa.

Serio asunto inicial, y una vez definida la intención, fue preciso encontrar quiénes hicieran esa recolección de historietas referidas al gran historión urbano (y el término de ‘historietas’ sirve en el sentido fragmentario, y aunque pueda sonar peyorativo no lo es). Trozos que forman parte del gran mosaico. Un poco el sistema fue el equivalente de ese bizantino arte en el que la figura principal emerge a partir del corte y acomodo de pequeños fragmentos con colores específicos.

Colección de fragmentos coloridos; o recolección de ellos convertida en reto al lector porque la construcción del mosaico final depende de su capacidad de armaje y armonizaje. Cambio de metáfora: la resultante depende de la habilidad del lector para hacer algo parecido a esas colchas fabricadas con trozos de tela y tan propias de la cultura de los llamados ‘padres fundadores’ de Estados Unidos que fabricaban los llamados ‘patch quilts’. Y los hacían con pedazos de tela muy valiosos debido a la dificultad en aquellos tiempos para hilar y telar; era preciso usar aquellos fragmentos en algo pues el desperdicio no cabía en su mente. ¿Retazos? Juego de palabras es la historia, y es un gran reto -retazo al lector- dar forma final a esos trozos de la historia local. ¿Desperdicios históricos? En Historia el tal desperdicio es el olvido, y así las trivias son recordatorio puntual. Pretenden actuar como tales.

Los autores y autoras de esos fragmentos triviales hicieron su trabajo en forma ‘multivial’. Paradoja fruto de la idea germinal cultivada por exigencia del proyecto. A ellas y a ellos, se les invitó a colaborar con un criterio de apertura lo que dispersó la investigación hacia rumbos insospechados y por ello -ajustándonos a los términos- su labor se orientó por muy diversas vías. Fue así: multi vial.

Concisión: esa fue la norma fijada a los autores-compiladores convocados. Y por ese factor la obra asumió implícitamente el carácter de anecdotario. ¿No es acaso la ‘anécdota’ el recuento breve y conciso de un rasgo o suceso? Mas paradójicamente y atenidos a la etimología formal del término ‘an-ekdidomi’, que en griego significa lo in-édito o no editado, los colaboradores no recurrieron, salvo excepcionalmente, a fuentes primarias sino a lo publicado por múltiples historiadores locales; no fue lo inédito sino lo ya editado de otra forma, el material base de esta hechura. En ese sentido el anecdotario se convierte en un recuento de temas editados ya pero ajustados a la norma de la concisión, y ello hace que lo inédito resulte ser el formato aquí ensayado.

La resultante es una obra grata, de lectura fácil y sobre todo invitante. ¿A qué? A hurgar en el pasado colectivo y urbano pues como afirmaban aquellos navegantes de los tiempos cuando la madre tierra iba desnudando su redondez: “¿Cómo quieres saber dónde estás, si no sabes de dónde vienes?”.

La ciudad es lo que es porque fue lo que fue. La Historia no es todo lo ha pasado sino lo poquísimo que sabemos de lo mucho que pasó…

Venta de los ‘Cincuenta Recuentos’ y el ‘Triviario Tapatío’ con Macartur, en el Desván de Don Quijote (antes La Berinta), López Cotilla 813, entre Camarena y Rayón.