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Y en concreto ¿qué?

Por Alvargonzález; 5 de agosto del 2002

Mi muy maestro Félix Martí solía decir -sin conocerte- que tú y yo somos ¡caverna y camino! ‘Quesque’ desde nuestra ancestralidad antropoide poco hemos cambiado pues por lo general y durante las horas luminosas, andamos persiguiendo el salario mínimo y al caer la oscuridad buscamos el refugio de la caverna; la protección del espacio hermético y más que menos seguro. ¿Cierto? Camino y caverna; andancia y refugio. ¿Será?

Repito algo ‘antesdicho’: creer que todo siempre fue igual es falso. Los sistemas constructivos de cavernas artificiales, refugios del quehacer y del crecer, han variado a lo largo del tiempo. Y más en el último medio siglo que en milenios precedentes. Pero, dirás, en concreto ¿qué?

Solemos usar frases de las que ignoramos su procedencia: “las de cal por las de arena”, que es la fórmula de la mezcla o el pegote utilizado por los romanos para construir obras portentosas de ingeniería perdurable, y que llegó a las tierras de la ‘suavepatria’ traída por el ingenio español; compuesto ignorado por los habitantes ‘aboriginales’. Ya me dirás que los de las tribus acá, construían con adobe. Falso. Esa es tecnología árabe -el ‘Al-tovar’- que requiere de pasojo caballar para darle consistencia al lodo, llegó también con el ‘españolaje’… y los caballos. Pero de nuevo pregúntame: y en concreto ¿qué?

Nada sino que entre más firme la caverna -más de piedra sea-, mejor. Eso es el concreto, y favor de corregirme estructurista si me equivoco: la fórmula para elaborar piedra artificial mediante la mezcla adecuada de cemento Portland, grava, arena y agua. Fórmula que llegó al Valle de Atemajac en la post-guerra. Novedad que era preciso ensayar y ¡de volado!

Mi tío Alfonso Ruiz Galindo además de ser chismoso y tener una memoria privilegiada a sus 95 años, fue ingeniero. El me contó que vio cuando en los urbanizados terrenos de la ex-penitenciaría de Escobedo, su conocencia el Sr. Monraz construyó ese edificio al que se le colocó el volado balcón que puedes ver. ¡Concreto! ‘Tutilemundi’ local juraba que se caería y para demostrar la firmeza, el propietario del ahora viejo edificio arrojó desde la azotea una pesada caja fuerte. Y ese humilde volado aguantó el ‘guajolotazo’ y ‘ahitá’. El concreto llegó así.

De piedra ha de ser la casa… ¿Canción? No, realidad concreta; solidez de la caverna personal. ¿Seremos caverna y camino? Dímelo tú…

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3 comentarios en «Y en concreto ¿qué?»

  1. Soy hija del Ingeniero Don Alfonso Ruiz Galindo(QEPD), no me parece que se le califique como “Chismoso”,fué una persona excepcionalmente inteligente y respetuosa, así que pido se disculpe el autor, no puedo permitir que se le ofenda de esta manera!

    Atte;

    Dra. Alejandra Ruiz Jaime.

    1. Estimada Alejandra Ruiz: lamentablemente el señor Álvaro González de Mendoza (el autor) ya también descansa en paz. De que el señor don Alfonso Ruiz Galindo haya sido una persona excepcionalmente inteligente y respetuosa, creemos que al autor no le cupo la menor duda, prueba de ello es que lo adoptó como tío. No sólo en este artículo, sino en otros, al igual que en algunos programas radiofónicos, Álvaro González citó al ingeniero don Alfonso Ruiz como fuente de anécdotas. Al haberlo llamado ‘chismoso’, tenga la seguridad que no fue con afán de ofender: fue una manera, quizá en broma, de llamarlo ‘comunicativo’. El señor Álvaro González de Mendoza dedicó su vida a comunicar sus conocimientos por todos los medios que le fue posible: ¿no habrá sido él mismo más chismoso que el padre de usted? De cualquier forma, quizá ya estén juntos de nuevo en alguna otra dimensión; que halla arreglen ellos sus asuntos, ¿no le parece? Con todo respeto; los Mártires del Hertzio.

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